Hace años....en el esfuerzo de mi madre por intentar introducirme en el mundo de la lectura y como veía que lo tenía casi todo perdido, la mujer me compraba revistas a ver si con esas me animaba a leer (las primeras que me compró fueron la Super-Pop y luego de adolescente la Ragazza...), daba igual el contenido que fuese, lo importante era que leyese, gracias a ella y poco a poco me aficioné a comprarme otro tipo de revistas como las de moda (que no de cotilleos, ni sólo de ropa), las de cocina o las de arquitectura y diseño. Algunas como ELLE, Vogue, El Mueble, Cocina Diez o Condé Nast Traveler...entre otras....). Para mí es un pequeño placer un domingo por la mañana, sobre todo en invierno, pasear por Sitges y comprarme en el quiosco de siempre alguna revista para pasar la tarde entretenida.
Primero me las compraba ocasionalmente, pero luego me di cuenta que cada mes esperaba con ilusión el comprarme revistas que en su interior traían artículos que me hacían soñar. Además me pasa algo muy curioso (parecido a los zapatos), al abrir la edición, me encanta el olor que se desprende a tinta y papel (y eso el Ipad, de ningura manera lo transmite). Con el tiempo me he acostumbrado a leerlas habitualmente y algunas en su interior traen reportajes tan importantes e interesantes, que las he ido coleccionando y guardando en el trastero de mi casa, porque me da pena tirarlas.
Hoy no paro de recibir en la tablet fotografías impactantes, de leer blogs que me interesan o de tener a la vista artículos que captan nuestra atención, pero comparándolo con las revistas de hace 20 años me doy cuenta, de que entonces había "pedazo de profesionales" que sin medios tecnológicos como los que se utilizan actualmente, conseguian trabajos dignos de admiración.
Esta tarde, haciendo un repaso de todas las revistas que tengo guardadas, me quedo con una que guardo como
oro en paño, es de cuando Benetton editaba revistas (vamos, como ahora hace la marca Nespresso). En éstas hay
artículos geniales de cuando Michael Schumacher no se arrastraba por las pistas y corría con el equipo Benetton, con el que ganó 2 mundiales de F1, mucho antes de estar en el equipo de Ferrari, fotografías de Oliviero Toscani que dieron la vuelta al mundo por el beso entre un sacerdote y una monja, o también un reportaje espectacular sobre las imitaciones...
Os dejo con unas líneas sobre el artículo "Es o no genuino" y unas fotos sacadas en su mayoría de esta publicación:
La tienda más prestigiosa de Louis Vuitton en Japón, en el distrito Ginza de Tokio. |
En Milán, vendedor típico de imitaciones Vuitton de origen senegalés. |
Sénos auténticos. Gratis |
Sénos falsos. Aumentados con implantes de silicona. En la época de los 90, tenían un coste entre 1000 y 5500$ |
Este otro artículo titulado "Sin País", da bastante que pensar, sobre todo si lo comparamos con nuestra actualidad....La gente de mi generación, nos quejamos de crisis, pero lo que sale en estas imágenes sí es crisis real:
Después de 20 años o más que tiene esta publicación, seguimos viendo las mismas imágenes....Y yo me pregunto ¿alguien tendrá responsabilidad sobre esto no? |
Sobre esta otra fotografía, hice un trabajo en la Universidad y creo que merece la pena compartirla, aunque me faltan sus referencias....lástima!! pero una imagen vale más que mil palabras:
Finalmente la comparación con la imagen anterior. En mi opinión es una pena que la mujer tenga esta represión.
me quedo la ultima foto....
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